Estaba en las sombras,
Contemplando la noche perfumada,
Te acercaste en silencio,
Flotando como en la nada.
Volví la cabeza un poco,
Me encontré con tus ojos,
Con tu boca sonriente
Que me dijo te ¡adoro!
Apoye la cabeza en tu pecho querido,
Por que allí, entre tus brazos,
Me gustaba escuchar de tu vida
Contemplando la noche perfumada,
Te acercaste en silencio,
Flotando como en la nada.
Volví la cabeza un poco,
Me encontré con tus ojos,
Con tu boca sonriente
Que me dijo te ¡adoro!
Apoye la cabeza en tu pecho querido,
Por que allí, entre tus brazos,
Me gustaba escuchar de tu vida
el latido.
Tú eras mi fortaleza, mi refugio, mi abrigo,
Nada podía pasarme, si tú estabas conmigo
Por eso, me gustaba escuchar de tu vida
Tú eras mi fortaleza, mi refugio, mi abrigo,
Nada podía pasarme, si tú estabas conmigo
Por eso, me gustaba escuchar de tu vida
el latido.
Ahora que ya no estas,
que es quizá por tu ausencia
Que he perdido hasta el sueño,
Que vivo a la deriva
Como perro sin dueño…
Yo quisiera otra vez,
Apoyar la cabeza, en tu pecho querido
Y volver ha escuchar, de tu vida
que es quizá por tu ausencia
Que he perdido hasta el sueño,
Que vivo a la deriva
Como perro sin dueño…
Yo quisiera otra vez,
Apoyar la cabeza, en tu pecho querido
Y volver ha escuchar, de tu vida
un latido.
Yo quisiera otra vez,
Apoyar la cabeza
En tu pecho querido
Y volver ha escuchar, de tu vida
Yo quisiera otra vez,
Apoyar la cabeza
En tu pecho querido
Y volver ha escuchar, de tu vida
un latido.
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