Aquellos nacidos en 1850 tenian una esperanza de vida de 40 años, y los que nacieron en 1989 como yo tienen un promedio de vida de 78 años, hoy casi a mis 23 años me pongo a pensar en lo afortunado que soy por vivir en estos tiempos.
Y hablando de vida y muerte, comparto con ustedes el speach que me gustaria se diera en la ceremonia de mi fallecimiento, es de Amado Nervo, brillante poeta, miserable ser humano.
Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje la miel o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.
...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!
Hallé sin duda largas noches de mis penas;
mas no me prometiste tú sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas...
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
Y quizas tome de su poema el siguiente parrafo para mi EPITAFIO.
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes!
¡Vida, nada te debo!
¡Vida, estamos en paz!
O alguno de estos otros:
“Al morir echénme a los lobos. Ya estoy acostumbrado.”
“Si no viví más, fue por que no me dio tiempo.”
“No es que yo fuera superior. Es que los demás eran inferiores.”
“Caminante no hay camino, Se hace camino al andar.”
Afortunadamente me quedan mas 50 añotes o menos!.
Y hablando de vida y muerte, comparto con ustedes el speach que me gustaria se diera en la ceremonia de mi fallecimiento, es de Amado Nervo, brillante poeta, miserable ser humano.
Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje la miel o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.
...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!
Hallé sin duda largas noches de mis penas;
mas no me prometiste tú sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas...
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
Y quizas tome de su poema el siguiente parrafo para mi EPITAFIO.
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes!
¡Vida, nada te debo!
¡Vida, estamos en paz!
O alguno de estos otros:
“Al morir echénme a los lobos. Ya estoy acostumbrado.”
“Si no viví más, fue por que no me dio tiempo.”
“No es que yo fuera superior. Es que los demás eran inferiores.”
“Caminante no hay camino, Se hace camino al andar.”
Afortunadamente me quedan mas 50 añotes o menos!.
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