Chac mool.

   Es un tipo de esculturas precolombinas mesoamericanas que aparecen al principio del Período Posclásico en diversos sitios de la región. El término fue acuñado el explorador Augustus Le Plongeon, quien observó este tipo de esculturas por primera vez en Yucatán, por ello propuso un nombre en maya yucateco. El nombre significa "gran jaguar rojo".

"Culturalmente, Contemporáneo y Cosmopolitan..."

Existe "El Chac Mool"

 

   Una cantina que está en Colegio Civil, entre Espinosa y MM del Llano en la ciudad de Monterrey. Yendo de sur a norte, la entrada está a la mano izquierda.

 El Chac Mool es un templo donde la libertad, si es que esta existe, se da cita las noches del viernes y el sábado. Donde la mayoría de sus clientes son jóvenes, pertenecientes a alguna de las hechizas tribus urbanas de Monterrey y del mundo entero, un lugar alternativo, repleto de estudiantes de letras.

Desde la puerta de entrada se pueden ver  las paredes adornadas de lo que a cierta distancia parecen jeroglíficos, pero conforme enfocas bien la vista aparecen letras, oraciones completas, algunas demasiado complejas como "Panochas Power", incitándote a estampar tu “pensamiento” o tu propia basura en esas paredes color entre naranja, melón y ocre.

En el aire se escuchan notas para entrar en vibra desde Bronco, agitarte con algo de Black Sabath, ponerte contemporáneo con Bumbury o The Killers o disfrutar de los más disfrutables, The Beatles.   La radiola tiene todo lo mejor y lo peor de décadas de música.

En la barra, al fondo a la izquierda, atiende el profe José Luis, es el cantinero y dueño del lugar. Profesor de psicología,  justo frente a la misma barra, sentado se puede encontrar a "el huesos", cliente afecto a leer HG Wells cada que le roba un libro al librero con cubierta tejida de su mamá.

Una vez  despabilado de tanto garabato en las paredes, y haber comprado tu cerveza económica, agarrado tu plato o vaso desechable con cacahuetes, alitas de pollo o carne asada, es hora de subir las escaleras, donde los escalones metálicos son muy estrechos y los barrotes delgados que no dejan de mecerse.

Destino, la terraza, desde donde el aire grita todos los nombres de las frutas y verduras podridas que puede haber (el recinto está situado en medio del Mesón Estrella, mercado de ciudad.) arriba es un buen lugar para beber tranquilo, sintiendo el aire del sucio centro de la ciudad, donde el aire levantar tus cabellos, dejándote impregnado ese olor a verdura pasada.

 La verdadera ciudad está allí.

Donde podras escuchar historias sobre política, cine, literatura, fútbol, tendencias, quedarte callado, vomitarte, orinarte u orinar a otros, observar la ciudad que parece decirte desde ahí, "mira que suave cito parece todo, verdad",  que nadie te va a tocar.

Pero entiendes que a dos cuadras unos con otros se están masacrando a puñaladas, que alrededor de ese santuario los hombre inhalan cocaína, y alado en la Catedral un sacerdote se azota las culpas pensando en las piernas de una enfermera que pasó a toda prisa junto a él, seguida de un novio suyo que amenazó con suicidarse, si ella no volvía con él. Ahí está la vendimia, está la sangre de los regio montanos, el verdadero Monterrey, sultana con corona que nos regala la espina a los que andamos de noche cobijados apenas por los faroles.

Una vez que suceda, podrás bajar las escaleras mortales, a comprar otra bebida y regresar para entender que todo ha cambiado.

Entender que no estas solo es un bar mas de la cuidad, 

eso es la noche en la ciudad, donde esta esa muchacha que te sonríe desde las bancas, asa chica que podría ser tu alma gemela, esa mujer que podría despertar alado tuyo, y tu con dolor de cabeza y con la mente borrosa, preuntarte que paso.

La vida es un ciclo y la respuesta de todas las cosas ya la sabes pero la olvidaste, date una vuelta a los redobles de tambor que el Mesón te ofrece, puedes ir al

Chac Mool. Luego que la fiesta acabe, todos gritarán “ A la Estrella” el peor lugar para la mejor gente, pasto de perros y de aves, pero esa, como decía el rompí que se murió, es otra historia.

"Musicalmente..."

  La aparición de Chac Mool en los escenarios coincide con el inicio de la década del boom del rock mexicano. Una de las principales características del grupo, cuyo líderes fueron Armando Suárez y Jorge Reyes, era la creación de atmósferas a través de letras profundas que obligaban al oído a trasladarse a un mundo fantástico.

Chac Mool rompió con los estereotipos del rock de la época, era un rock más pensado, más elaborado, más relacionado con lo experimental y el rock progresivo.

La historia de Chac Mool fue de alta calidad interpretativa, adelantada a su tiempo, y fue “punta de lanza”

 En la historia del rock mexicano, que desgraciadamente,

al igual que la gran mayoría de las figuras musicales de este país,

verdaderas figuras, no entes prefabricados por la TV,

han pasado casi desapercibidos en la actualidad.

Chac Mool - Un Mundo Feliz