Crack
El término crack (sinónimo de piedra) es el nombre vulgar de un derivado de la cocaína.
El término crack es el ruido que hacen las piedras de esta droga al calentarse por la evaporación de la cocaína en base que contienen, al liberarse de la mezcla con el bicarbonato de sodio. También recibe nombres como rocas, chulas, pops, piedras, niñas, duras, hielos, rock&roll o rockstars, entre otros.
El crack, es más conocido como base se consigue calentando la cocaína (clorhidrato de cocaína) con agua y bicarbonato sódico, o con amoníaco. Tras hervir, se obtiene una gota grasa y amarillenta, separada del agua blanquecina. Al extraerla se seca y enfría.
El crack, es más conocido como base se consigue calentando la cocaína (clorhidrato de cocaína) con agua y bicarbonato sódico, o con amoníaco. Tras hervir, se obtiene una gota grasa y amarillenta, separada del agua blanquecina. Al extraerla se seca y enfría.
Modo de consumo.
Dado que el crack se fuma, ingresa rápidamente al torrente sanguíneo, produciéndole al individuo una sensación de euforia, pánico, insomnio y la necesidad de repetir la toma de crack. Debido a la ansiedad por mantener la sensación tope del momento del consumo y por la mecanización ritual de su preparación, que contribuye a sosegar la sensación de pánico y el delirio de persecución.
Dado que el crack se fuma, ingresa rápidamente al torrente sanguíneo, produciéndole al individuo una sensación de euforia, pánico, insomnio y la necesidad de repetir la toma de crack. Debido a la ansiedad por mantener la sensación tope del momento del consumo y por la mecanización ritual de su preparación, que contribuye a sosegar la sensación de pánico y el delirio de persecución.
El crack se fuma en pipa de vidrio, con ceniza de cigarro sobre una lata con orificios, en un gotero de cristal, en un cigarro como primo (nombre que se le da a un tabaco mezclado con cocaína), entre otras. Otro instrumento utilizado para consumir crack es un tubo metálico similar a una antena de radio (en muchos casos lo es) a la que se le introduce una suerte de alambre y se utiliza para fumar crack simulando una pipa se conoce como "fumar en tubo".
También es posible prepararla en cigarrillos mezclada con marihuana, lo cual recibe en algunas regiones el nombre callejero de "Diablito".
También es posible prepararla en cigarrillos mezclada con marihuana, lo cual recibe en algunas regiones el nombre callejero de "Diablito".
Adicción.
El mayor problema con este derivado de la cocaína es que es altamente adictivo; aunque la adicción que provoca no es física, pero es psicológica y fuerte. Los usuarios de crack describen sus efectos como más intensos, pero de menor duración, lo que implica que su dosificación sea más continua.
El mayor problema con este derivado de la cocaína es que es altamente adictivo; aunque la adicción que provoca no es física, pero es psicológica y fuerte. Los usuarios de crack describen sus efectos como más intensos, pero de menor duración, lo que implica que su dosificación sea más continua.
Algunos especialistas han querido ver la adicción al crack como intratable.
Efectos
En lo que al crack se refiere, se multiplican las advertencias de que es instantáneamente adictivo, lo que haría imposible su consumo ocasional o intermitente. Y ciertamente el crack produce una intensa ansia de consumo, que en algunos consumidores se convierte rápidamente en un patrón de gran abuso de crack.
Las propiedades euforizantes de la cocaína y el crack se deben a que estimulan al cerebro a liberar cantidades de dopamina más altas de lo normal.
La dopamina, neurotransmisor químico, se une a los receptores cerebrales que activan las sensaciones de excitación y placer.
Los efectos son mucho más rápidos e intensos que los de la cocaína, empezándose a sentir a los cinco segundos y con una duración aproximada de 5 a 10 min. Se produce una subida inicial con unos estados de euforia y desinhibición enormemente placenteros, vigor y disminución de fatiga, autoestima e hiperactividad. Posteriormente se produce una bajada (15 a 20 min) en la que aparece fatiga y confusión depresiva. En el aspecto físico se produce una disminución del flujo sanguíneo, hipertensión y aumento de la frecuencia cardiaca.
La dopamina, neurotransmisor químico, se une a los receptores cerebrales que activan las sensaciones de excitación y placer.
Los efectos son mucho más rápidos e intensos que los de la cocaína, empezándose a sentir a los cinco segundos y con una duración aproximada de 5 a 10 min. Se produce una subida inicial con unos estados de euforia y desinhibición enormemente placenteros, vigor y disminución de fatiga, autoestima e hiperactividad. Posteriormente se produce una bajada (15 a 20 min) en la que aparece fatiga y confusión depresiva. En el aspecto físico se produce una disminución del flujo sanguíneo, hipertensión y aumento de la frecuencia cardiaca.
Complicaciones.
Presenta unos efectos secundarios muy agresivos que pueden aparecer de forma inmediata con una sola fumada, o en consumidores habituales a largo plazo. En el primer caso se pueden dar arritmias o ataques cardíacos. En el segundo los efectos son muy variables:
Aspecto psíquico: paranoias, alucinaciones y perdida progresiva de memoria
Aspecto físico: cefaleas, daños pulmonares ocasionando el llamado “pulmón de crack” (con sintomatología similar a la neumonía crónica), daños en el hígado y hemorragias cerebrales. En mujeres embarazadas existe un riesgo muy elevado de roturas en la placenta
Estos efectos psicológicos desagradables pueden combatirse fumando más, con lo que la persona adquiere la necesidad de utilizar la droga continuamente, durante muchas horas, para sentirse de nuevo relativamente bien; aunque raramente volverá a presentar la embriaguez o euforia iniciales. Los usuarios describen este tipo de reacción como ansiedad, pero en realidad es un estado complejo de angustia asociado con una necesidad imperativa de fumar más.
La sobredosis ocasiona la muerte instantánea.
Produce adicción psíquica altísima y casi inmediata (con una sola fumada), originándose un síndrome de abstinencia psicofísica (que puede durar varios meses). Períodos alternos de insomnio y somnolencia, irritabilidad, confusión y deseo-necesidad de la droga.
Presenta unos efectos secundarios muy agresivos que pueden aparecer de forma inmediata con una sola fumada, o en consumidores habituales a largo plazo. En el primer caso se pueden dar arritmias o ataques cardíacos. En el segundo los efectos son muy variables:
Aspecto psíquico: paranoias, alucinaciones y perdida progresiva de memoria
Aspecto físico: cefaleas, daños pulmonares ocasionando el llamado “pulmón de crack” (con sintomatología similar a la neumonía crónica), daños en el hígado y hemorragias cerebrales. En mujeres embarazadas existe un riesgo muy elevado de roturas en la placenta
Estos efectos psicológicos desagradables pueden combatirse fumando más, con lo que la persona adquiere la necesidad de utilizar la droga continuamente, durante muchas horas, para sentirse de nuevo relativamente bien; aunque raramente volverá a presentar la embriaguez o euforia iniciales. Los usuarios describen este tipo de reacción como ansiedad, pero en realidad es un estado complejo de angustia asociado con una necesidad imperativa de fumar más.
La sobredosis ocasiona la muerte instantánea.
Produce adicción psíquica altísima y casi inmediata (con una sola fumada), originándose un síndrome de abstinencia psicofísica (que puede durar varios meses). Períodos alternos de insomnio y somnolencia, irritabilidad, confusión y deseo-necesidad de la droga.
Trastornos psicológicos asociados
Destacan: la ansiedad, bipolaridad, depresión, miedos, paranoia y psicosis, similar a la acaecida en la esquizofrenia.
Destacan: la ansiedad, bipolaridad, depresión, miedos, paranoia y psicosis, similar a la acaecida en la esquizofrenia.
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